Por Pastor Pablo Rivera Obando
Desde el terremoto en Chile.Jueves, 04 de marzo de 2010 a las 16:37
A continuación redacté un resumen de mi experiencia vivida en Concepción, Chile. Estábamos con Kathy (mi esposa) y Josito (mi heredero) en ese lugar.
Llegamos a casa de la familia de Kathy, mi esposa, el viernes 26 a las 16:00 hrs. La casa de ellos esta en Michaiwe, San Pedro de la Paz, Concepción (una comuna del gran Concepción, y población ubicada a unos metros del mar). Como ya sabrán, es una de las ciudades más afectadas por el terremoto natural y lo que se ha denominado, el "terremoto social" (saqueos y delincuencia) En la madrugada (3:34 AM) comenzó con unos escasos 2 segundos de movimientos de temblor, lo que rápidamente comenzó a sacudir toda la casa, en los siguientes segundos salte de la cama y tome en brazos a mi pequeño José Pablo de sólo 7 meses, y Kathy detrás para colocarnos bajo la puerta de nuestra pieza. Mientras se sacudía toda la casa, caía todo lo que estaba junto a las paredes, muebles y cuadros. La familia de Kathy es grande, de modo que habían muchas reacciones al movimiento telúrico, gemidos, clamor a Dios, protección a los niños, etc. Luego que terminó el terremoto de duración superior a un minuto y medio, nos vestimos rápidamente para escapar a los cerros por el evidente riesgo de tsunami. Nos fuimos 11 personas en un auto, me toco ir en el portamaletas (una inexplicable mezcla de esperanza por el escape en auto con una angustia por no saber donde íbamos, escuchar los autos muy cerca, gritos desesperados de personas y bocinazos)... llegamos a un sector donde ya no llegaría el supuesto maremoto, y nos quedamos ahí hasta que amaneciera (7:00 AM). Al volver vimos todo en el suelo, nos organizamos en un campamento improvisado en el patio (grande, por lo demás) en dos carpas donde nos distribuimos 6 adultos, 2 niños y un bebe... nos acompaño la luz de la luna, que solidariamente alumbro nuestra oscuridad.
Esa misma noche se comenzó a escuchar disparos, comenzaron los saqueos a supermercados, farmacias, bodegas, etc... El caos comenzó a alimentarse de la siguiente lógica: “Delincuentes saqueaban todo lo que pillaban, si saquean todo, luego no habrá que comprar para comer, beber y mantener a bebes... de modo que si no voy a saquear yo también, me quedare desabastecido”. Es así como el discurso de gente honrada y trabajadora que no esta de acuerdo con la practica, se veía en la obligación familiar de buscar esos recursos en supermercados, farmacias y bodegas. Buenas noticias respecto al tema son que, los dueños de bodegas enormes, abrían sus puertas para que la gente sacara alimentos, en dos oportunidades fui protagonista de esta toma de recursos de bodegas, sin embargo, en todas las oportunidades que los dueños abrían sus gigantescos locales, llegaban los delincuentes a saquear todo, desde computadores, pasando por el alcohol, hasta llegar a motores, muebles, etc. En la ultima oportunidad donde estábamos sacando leche para los niños de la casa, llegaron estos antisociales y comenzaron a romper todo, fue así que llegaron los militares con toda su entrenamiento a disipar lo que acontecía... sólo les diré para graficar lo vivido que, a 5 pasos de mi ubicación (afortunadamente, cuando llegaron los militares, estábamos fuera de la bodega, justo detrás del auto en el que fuimos, al otro lado del camino de la entrada), los militares sacaron con violencia a las personas que estaban prontos a escapar en sus camionetas cargadas de mercadería, los tiraron al suelo, y los pisaban con un pie y con una especia de rifles o algo así, apuntaban sus espaldas o cabezas... Con mi suegro quedamos "helados", y los pack de cajas de leche liquida que pudimos sacar las pusimos dentro del auto disimuladamente, esperamos a mi concuñado (padre de dos niños) que salía trotando junto a toda la gente que estaba dentro, con las manos arriba... con el corazón en la mano salimos de ahí, sin ser ni si quiera vistos, menos controlados por los militares.
Gracias a Dios, toda la familia de mi esposa Kathy (Sus padres y su hermana melliza; otra hermana con mi concuñado y dos niños; otra hermana de Kathy con su esposo; Un hermano de Kathy con su pareja embarazada y un hijo, sumada la suegra de él) quedaron con comida para un mes aproximadamente. Y de igual modo, dejaron unas cajas para poder darles a personas necesitadas, y otras cosas para comenzar a usar el trueque; que cuando ya nos veníamos, se estaba utilizando como método económico. Creíamos con la familia allá en Concepción, que más adelante, la única forma de tener lo necesario, era comprar en el mercado negro. El gobierno ha dicho por televisión que hay ayuda, mercadería, etc. que no hay problema. Pero otra cosa es estar ahí, a las poblaciones, de donde venimos con Kathy, no llegó la suficiente agua para poder vivir, gracias a Dios, todos esos lugares, antes eran chacras que contaban con agua de pozo, de manera que se comenzó a ser uso de esos pozos para beber y cocinar. En la población de donde venimos, no llegaba nada de ayuda... y es entendible, ya que al llegar a Valdivia y tener acceso a las imágenes, y si bien, allí donde esta la familia de Kathy, realmente la cosa esta muy difícil, hay lugares donde es más vital la ayuda.
Lo que nos dio seguridad en las noches, fue la instauración del toque de queda, ya que los disparos y robos a casas se hacían presentes cuando caía la oscuridad de la noche ayudada por la ausencia de la luz eléctrica. La primera noche no había resguardo de la fuerza pública, de modo que fue una noche muy angustiante, a lo que se sumaba que la mayoría de las personas de la cuadra, estaban durmiendo en carpas en los cerros por miedo a un tsunami. La segunda noche ya había toque de queda desde las 21:00 hrs. hasta las 6:00 de la mañana. Se escucharon disparos que creíamos que eran enfrentamientos de los delincuentes contra los militares. En la tercera noche, el toque de queda fue desde las 20:00 hrs. hasta el medio día. Esta ultima noche no la vivimos en Concepción, ya que a las 19:10 hrs. llego mi cuñado Gerson desde Valdivia junto a su padre, estábamos esperándolos a la entrada de la población para identificarlos con una huincha blanca en sus brazos y colocarle la misma identificación al auto, ya que no había nadie dentro de la población sin esa señal de localidad. Nos pudimos comunicar con ellos gracias a un teléfono movistar de la melliza de Kathy, que se sumó a un chip que tenia un concuñado con un poco de carga y una batería de un teléfono que hace unos dias nos habían regalado en Viña del Mar. Con esos tres elementos, teníamos un teléfono con una batería cargada y con dinero para realizar llamadas; lo usábamos y luego lo apagábamos. Así pudimos decirle a Gerson que allá, la harina, el agua potable y la bencina, eran oro, y que si era posible la llevaran... y así fue como llegaron esos insumos. Cargamos el auto con nuestras cosas y en 20 minutos, comenzamos el viaje de retorno a las 19:30 hrs. preocupados porque el toque de queda comenzaba a las 20:00 hrs. pero esa media hora fue suficiente para poder salir de la ciudad y estar libre de los controles militares.
El viaje es otro capitulo de esta dramática y terrible historia. Sin electricidad no teníamos acceso a las noticias y así saber como esta la situación en el resto de los lugares afectados. La radio Bio Bio jugó un rol importantísimo al informar lo que pasaba, pero esto en la medida que era posible, ya que primero no había señal telefónica, y luego no había como recargar las baterías de los celulares, de modo que los periodistas tenias que viajar a dedo a los lugares a reportar, y luego volver de la misma manera a las dependencias de la radio a contar lo que habían visto. Ver como estaban las carreteras, y lo difícil que era maniobrar por medio de esas grietas, animales sueltos, etc. Pudimos salir de ahí gracias a la pericia del papá de Gerson, el "tío Memo", que tenia experiencia viajando por esas carreteras. Llegamos a las 2:00 de la madrugada a la casa de los padres de mi cuñado, para comer un plato calentito de lentejas. Saludar a unos amigos que alojaban ahí y poder respirar profundamente la vida. Oramos dando gracias a Dios, sin olvidarnos de presentar nuestro país delante de su soberanía y grande misericordia, especialmente por la familia que dejamos allá. Llegamos como a las 3:00 AM a nuestra casa, y teníamos el corazón dividido entre la alegría y la pena angustiosa que significaba estar en casa, acostados, tranquilos, calentitos y con el estomago satisfecho; y por otro lado, el saber que nuestra familia estaba allá todavía con la misma incomunicación que teníamos antes nosotros, sólo que ahora ya no quedaba dinero en el celular y la carga de la batería ya estaba por terminarse. Dios nos ayude a sostener esta carga emocional tan grande. Damos gracias a Dios porque nos ha mantenido con vida, y nos ha dado la oportunidad de traer a “Josito” a tierras más seguras. Gracias Dios… mil gracias.
No nos cancemos de orar por nuestros seres queridos, hermanos en la fe, y Chile en general.
PABLO LUIS RIVERA OBANDO
Pastor Primera Iglesia Bautista
Coordinador Proyecto LaTRIBU
Errazuriz nº1634 - Valdivia - Chile
contacto: 56+9+87713015
1 comentarios:
¡Que la gloria sea toda para Dios que tiene misericordia de las personas que están a su servicio y de toda su familia! No nos cansaremos de orar Pastor por el reestablecimiento de su país, ya es un clamor del pueblo cristiano en todo el mundo. Muchas bendiciones, que Dios nunca oculte su rostro de usted y sus familiares.
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